Hoy en día, la inseguridad ciudadana hace que los padres tengan la necesidad de tener controlados a sus hijos, tanto si son pequeños como adolescentes. La posibilidad de que el niño pueda encontrarse en situación de peligro constituye una pesadilla para las familias que ven cómo sus hijos salen con los amigos o, simplemente, acuden solos a sus centros de estudio.
Por eso, muchos progenitores han admitido positivamente la costumbre actual de que el menor lleve consigo un teléfono móvil, ya que facilita su localización en cualquier momento, sin embargo, ahora la tecnología nos permite otro método más avanzado para saber la posición exacta en todo momento de nuestros seres queridos, el GPS.
En el mercado, se pueden encontrar varios modelos de localizadores y GPS para niños:
- Unidad simple de alerta de audio (Simple Audio Alert Unit). Se suele camuflar en el interior de un animal o algún tipo de joya o se introduce en las zapatillas. Cuando el padre quiere saber dónde está el niño, sólo tiene que apretar un botón y el localizador emite un sonido muy fuerte que alerta de la posición del niño.
- Identificación por radiofrecuencia (RFID-based devices). Es un localizador especial y los padres tienen un dispositivo que rastrea la posición del niño, aunque sólo tiene una capacidad de unos 150-200 metros de radio. Es un sistema útil para los niños pequeños que juegan en el patio o en el jardín.
- Los modelos GPS que indican cualquier posición del niño en todo momento. El padre sólo tiene que consultar internet y podrá saber la posición.
Existen también algunos teléfonos móviles creados específicamente para niños, como el GlobalSat TR-101, que permite llamar sólo a tres móviles establecidos, o el Sanyo A5520SA que incluye un GPS que se activa cuando el niño pulsa, repetidamente, el botón de socorro. Para los adolescentes, los smartphones incorporan tecnología 3G, que permite su localización en tiempo real.
