El bienestar y la salud son bienes que el ser humano ha codiciado desde tiempos remotos y que en la sociedad actual alcanzan una especial importancia. Los balnearios y los centros especializados en terapias y tratamientos son un excelente recurso para mantener nuestro equilibrio vital.
Balnearios
Los balnearios se erigen como centros idóneos para descargar las tensiones del día a día.
España alberga dos mil manantiales de aguas minero-medicinales aunque, en la actualidad, tan sólo noventa están explotados como balnearios. En función de la composición de las aguas, la utilidad es variada y están indicadas para enfermedades dermatológicas, reumatológicas y respiratorias. Combinan el poder del agua en todas sus variantes: chorros de agua fría y caliente, saunas, vapores, aerosoles, deportes dentro del agua, etc.
Lo que está claro es que las aguas trabajan los cuerpos con el fin de producir un efecto relajante o antiinflamatorio, mejorar los problemas circulatorios, incrementar el apetito o disminuir los problemas del aparato digestivo. Los efectos, en mayor o menor medida, son una realidad.
Cada balneario ofrece unos servicios determinados en función de la composición de sus aguas: las aguas radiactivas, por ejemplo, producen efectos sedantes y analgésicos, combaten el estrés, la ansiedad y la depresión. En cualquier caso, y habiendo optado por el centro cuyas aguas sean más beneficiosas para nuestro organismo, habrá que disfrutar de cada ejercicio ante la supervisión de profesionales. Serán ellos quienes aconsejen las terapias más adecuadas y el tiempo estimado de duración.
En general, y si no se está siguiendo un tratamiento específico, se aconseja tomar uno o dos baños por día durante no más de diez minutos y, si el agua está caliente, habrá que hacer ayuno previo para evitar trastornos digestivos. En algunos casos, como en las personas mayores de 50 años con hipertensión arterial severa o insuficiencias cardiacas descompensadas, renal o hepática graves, no son recomendables los baños, por lo que el asesoramiento del profesional se convierte en algo imprescindible.
Spas y tratamientos especiales
Hoy en día existen multitud de centros especializados que ofrecen las más variadas terapias y tratamientos:
- Aromaterapia: es una rama particular de la herbolaria que utiliza aceites vegetales concentrados llamados aceites esenciales para mejorar la salud física y emocional. Se combina con diferentes tratamientos para estimular y equilibrar diferentes áreas.
- Cromoterapia: se considera cromoterapia la utilización de la luz a diferentes frecuencias (colores) como elemento curativo, antidepresivo, estimulante, regenerativo y mantenedor del equilibrio y de la armonía. Se combina con diferentes tratamientos para incidir mediante las vibraciones energéticas que aporta cada color al organismo.
- Musicoterapia: es el uso de la música y/o sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) para incentivar la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento y la expresión, y así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, sociales y cognitivas del individuo. La musicoterapia tiene como fin desarrollar diferentes potenciales en la persona, de manera que ésta pueda lograr una mejor integración intra- y/o interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida.
Masajes
Los masajes, ya sean terapéuticos o relajantes, alivian dolencias, reducen el dolor crónico y el estrés, evitan el agarrotamiento de los músculos y eliminan toxinas gracias al aumento de la temperatura corporal y, por ende, de la sudoración.
Masajes terapeuticos
Estos masajes tienen como característica principal la focalización de la zona a tratar. Por eso es fundamental que le aclare a su masajista o fisioterapeuta cuál es el lugar afectado por el que está realizándose el tratamiento. Los pies, los hombros o si, simplemente, quiere relajarse.
Es conveniente que, mientras se aplica el tratamiento, le comunique al especialista algunas sensaciones, sirviendo esto de guía para mejorar la efectividad: dónde presionar más, si se siente incómodo, si tiene frío, etc.
Una de las principales causas de consulta es la aparición del estrés que afecta a la salud y al comportamiento cotidiano de las personas. Muchos pacientes acusan debilidad del sistema inmunológico y problemas crónicos de salud, como insomnio, presión sanguínea alta, etc.
Tras un breve periodo de tratamiento, las personas afectadas notan un significativo mejoramiento de las funciones naturales del sistema nervioso y la desaparición de algunos efectos normales del estrés. Los músculos se relajan, la respiración se profundiza, la taquicardia desaparece y la presión baja, etc.
A pesar de las bondades de los masajes en general, existen afecciones físicas bajo las cuales no es conveniente aplicar un masaje terapéutico, como por ejemplo si se padece osteoporosis severa, artritis en el lugar afectado o tromboflebitis.
Masajes relajantes
Los masajes relajantes son aquellos que no están pensados ni para el deporte ni para los dolores musculares, sino para dar al cuerpo un estado de tranquilidad y descanso mediante los movimientos apropiados. Aunque su objetivo principal es relajar los músculos, también favorecen la circulación, calman los nervios y despejan la mente.
Existen multitud de masajes relajantes, desde los que se relacionan con la medicina tradicional china, hasta los más sofisticados, aplicando chocolate e incluso oro sobre el cuerpo. Siempre es ideal aplicarlos con aceites, música relajante y en un ambiente de tranquilidad.
Masajes con pindas
Las pindas son un preparado de hierbas aromáticas y medicinales mezcladas con aceites esenciales envueltas por una tela en forma de saquito.
En el momento de realizar el masaje, estos saquitos se calientan al vapor provocando una sensación muy placentera en nuestra piel y permitiendo que los efectos de las hierbas aromáticas penetren en nuestro organismo.
Sobre la piel se extiende una ligera capa de aceite de almendras con el objetivo de favorecer la hidratación del cuerpo, y con un masaje muy suave se extiende. Una vez hidratada la piel, se inicia el masaje con las pindas, el cual recorrerá todos los músculos y tendones con movimientos fuertes pero, a la vez, ligeros y armoniosos.
Los beneficios de este tipo de masaje son múltiples. La colocación de las pindas en los puntos estratégicos del cuerpo ayuda no sólo a la relajación profunda, sino también a contener y aliviar molestias y dolores, eliminando los estados de estrés, tanto físico como mental. Su acción de termoterapia superficial actúa sobre los poros de la piel, facilitando así la acción y la absorción de las plantas. A nivel muscular, su acción favorece la relajación de los músculos, tendones y articulaciones.
Masajes con piedras
Dentro de las diversas técnicas de masaje, destacan los masajes con piedras. Se trata de una disciplina oriental que utiliza piedras calientes y frías a través de los siete chakras que se sitúan a lo largo del canal central del cuerpo. Las piedras calientes incrementan el riego sanguíneo y las frías actúan sobre el dolor y la inflamación. A su vez, la diferencia de temperatura ayuda a relajar los músculos.
Normalmente, se usan piedras volcánicas, aunque también son populares los cuarzos y los mármoles. Este tipo de piedras está lleno de energía y guardan muy bien el calor. Una de las ventajas de este tipo de masaje es que tanto la energía como el calor llegan a capas de los músculos a las que las manos no pueden acceder. Es ideal para personas con problemas de circulación o con tensión muscular.