Los mejores resultados estéticos, tras la extirpación de un pecho, se consiguen realizando una reconstrucción mamaria a partir de los propios tejidos de la paciente. La reconstrucción de la mama se puede llevar a cabo en la misma intervención realizada para extirpar el pecho o se puede demorar hasta después de la recuperación de la enfermedad.
Sin embargo, a pesar de que la reconstrucción mamaria es una operación segura y con buenos resultados, pocas mujeres la piden, lo cual se puede atribuir a una falta de información en las afectadas.
La mama que se crea es muy semejante a la natural y la cirugía ofrece materiales y técnicas cada vez más satisfactorias y exentas de complicaciones. Los mejores resultados se obtienen cuando se utiliza el propio tejido de la paciente a partir de un injerto autólogo, es decir, un conjunto de piel, grasa, músculo y vasos sanguíneos que se extraen de otra parte del cuerpo para la reconstrucción de la mama. Las zonas donantes por excelencia son el abdomen y su músculo recto, el glúteo y el músculo de la zona dorsal de la espalda.
Tras el injerto de tejido autólogo, la mujer recibe el alta llevando algún drenaje durante una o dos semanas para evitar posibles complicaciones. Es necesario que, en este tiempo, lleve ropa holgada que se abotone por delante. Debe utilizar una almohada para el brazo del lado intervenido ya sea para descansar o para dormir, lo que le proporcionará mayor comodidad.
Se aconseja empezar la actividad física de forma progresiva pero se debe evitar coger pesos superiores a 2,5 kilos o alcanzar objetos que se sitúen por encima de la altura de la cabeza, al menos, durante tres semanas. Es imprescindible seguir de forma regular la tabla de ejercicios de estiramientos que se enseña en el hospital. Conviene forzar el músculo un poco más cada día, sin llegar a sentir dolor, y mantener las posiciones de los ejercicios tanto tiempo como sea posible. Los programas de rehabilitación después de algunas semanas de la intervención facilitan los estiramientos posturales y abdominales, a la vez que estabilizan la zona pélvica.
Se puede masajear sin presión el injerto después de que haya cicatrizado, lo que ayuda también a deshacer el tejido cicatricial, alivia la hipersensibilidad residual y disminuye el entumecimiento. Se puede utilizar una crema hidratante con aloe vera y vitamina E. Debe pasar un tiempo hasta que la mama reconstruida adquiera el volumen, la forma y el color definitivos.
Cirugía sin cicatrices
La cirugía mínimamente invasiva está desplazando a las técnicas clásicas de forma espectacular y se puede considerar una técnica segura y eficaz para tratar el cáncer de mama.
El tumor se extrae de manera segura mediante pequeñas incisiones pero se conserva el volumen y la forma de la mama de tal manera que mejora de forma espectacular el aspecto estético de la intervención.