La aparición de trombosis venosa profunda después de un vuelo de larga distancia se llama síndrome de la clase turista, porque los pasajeros de esta clase tienen la movilidad limitada en los asientos y un espacio reducido para estirar las piernas. Sin embargo, los pasajeros de primera clase o de negocios también pueden tener TVP, así que este problema no se debe exclusivamente a permanecer sentado en un espacio reducido durante muchas horas. Otros factores, como la baja presión de la cabina, la humedad reducida y la deshidratación también podrían influir. Estos factores son constantes durante todo el vuelo.
Las medias de compresión (preferiblemente pantys de compresión) pueden reducir de forma considerable el riesgo de retención de líquidos en las piernas. En el caso de los grupos de riesgo, es conveniente utilizar unas medias a medida.
Intente permanecer físicamente activo durante el vuelo y consuma abundante líquido durante el mismo. Esto le permitirá compensar la deshidratación ocasionada por el ambiente seco que se respira en el interior de la cabina.
Reduzca al mínimo el consumo de bebidas alcohólicas y absténgase de ingerir somníferos y tranquilizantes.
Es conveniente que las personas más propensas consulten a su médico habitual antes de iniciar el viaje. En algunos casos puede requerirse la administración de un medicamento determinado para prevenir la formación de coágulos.