Si el paciente presenta unos síntomas típicos habría que valorar la frecuencia, la gravedad de los mismos y se podría iniciar un tratamiento empírico, esto es:
- Medidas higienico-dietéticas: evitando aquellas sustancias, o aquellas situaciones que al paciente individualizándolo en cada caso, le haya incrementado la sintomatología de ERGE
- Tomando antiácidos o anti H2
Si el paciente mejora, no sería necesario pasar a un segundo nivel. Si, por el contrario, el paciente tiene síntomas más de dos veces a la semana, o con estas medidas higienico-dietéticas no ha mejorado, o bien tiene interferencia o menoscabo de su calidad de vida, podría justificarse el siguiente protocolo:
- Un tratamiento empírico, durante cuatro semanas, con un inhibidor de la bomba de protones
- Reevaluación del caso a las cuatro semanas
- Si el paciente sigue presentando síntomas pero ha experimentado una mejoría puede prolongarse otras cuatro semanas más el tratamiento
Si por alguna razón tras una prueba endoscópica se ha encontrado una esofagitis leve, podría estar indicado:
- un tratamiento empírico durante cuatro semanas y reevaluar al finalizar dicho tratamiento
- tratamiento que se puede prolongar otras cuatro semanas más.
En resumen, lo más probable es que un paciente que consulta al médico por sospecha de ERGE, presente pirosis (ardor de estómago, acidez de estómago) o regurgitación, es decir, lo que llamamos el sindrome de reflujo típico. En ese caso se establecerían medidas higiénico-dietéticas, tratamiento con antiácidos, anti H2, y tras una reevaluación, si es necesario, la prescripción durante cuatro semanas más de inhibidores de la bomba de protones (omeprazol o similares).