Los caballitos de mar son nadadores muy lentos que se desplazan gracias a las vibraciones ondulantes de la aleta dorsal, mientras progresan en su característica posición erecta. También suelen enrollar la cola hacia el vientre. Algunos expertos calculan que un caballito tardaría día y medio en recorrer un kilómetro.
Estos animales presentan la característica, única entre los peces, de tener la cabeza en ángulo recto con el cuerpo, y la cola prensil para enroscarse y anclarse en los tallos marinos. Las aletas pectorales y la dorsal son muy tenues y tienen forma de abanico. La dorsal impulsa los desplazamientos horizontales, está situada a su espalda y la agita unas tres veces y media por segundo. Las pectorales impulsan los movimientos verticales. Además, son capaces de cambiar de color para adaptarse y camuflarse en el medio que lo rodea.
La belleza de los caballitos de mar hace que sean animales muy solicitados para acuarios ornamentales. Si se tienen caballitos de mar en casa, hay que asegurarse de que no provengan de ecosistemas protegidos, ya que estaríamos contribuyendo a la destrucción de los mismos.
Los caballitos de mar no son muy exigentes en cuanto al agua, pero es necesario mantenerla limpia y oxigenada. Necesitan que el acuario tenga algas, tallos vegetales o corales petrificados que les permitan enroscarse en ellos.
