Cuando pensamos en un animal de compañía, tenemos en mente un amigo fiel, con el que jugar, pasear y tener momentos de relax. Sin embargo, para que esto ocurra se ha de tener una mascota sana y en buenas condiciones, así como saber qué tipo de animal tenemos en casa y cuáles son sus costumbres. Si esto es así, es difícil que nuestra mascota nos pueda traer problemas de salud. Pero hay que tener en cuenta que el ser humano puede sufrir, por diversos motivos, mordeduras, alergias o enfermedades transmitidas por los animales de compañía.
En esta página
Agresiones
Las mordeduras y los arañazos son agresiones que, aunque infrecuentes, pueden ocurrir. Para tratar las mordeduras superficiales de una mascota doméstica familiar, que está inmunizada y en buen estado de salud, lave la herida con agua y jabón, y aplique una crema antiséptica. Ante cualquier duda, o si aprecia aumento del dolor o de la inflamación, acuda a su médico.
Para las heridas de mordeduras o heridas punzantes más profundas causadas por cualquier animal o para cualquier mordedura de un animal desconocido, si la mordedura está sangrando, aplique presión con una venda para detener la hemorragia. Acuda al médico o a los Servicios de Emergencias, que evaluarán si necesita antibióticos o si han de ponerle la vacuna del tétanos o la vacuna contra la rabia. Si es posible, localice al animal que causó la herida. A algunos animales es necesario confinarlos y observarlos para saber si tienen rabia.
Alergias
Las alergias causadas por los animales son bastante frecuentes. El 50% de los niños alérgicos son sensibles a los agentes alérgenos transportados por los gatos, los perros u otros animales domésticos. Estos agentes provocan reacciones en el organismo de diversa gravedad, que pueden ser localizadas o generalizadas: reacciones respiratorias (asma), oculares (enrojecimiento, picores, inflamación), cutáneas (urticaria, rojeces, picores...), etc.
Basta con el contacto o la simple presencia de los alérgenos en un lugar frecuentado por el hombre y los animales para que se originen dichas reacciones. Las de tipo respiratorio suelen ser las más comunes. Las reacciones alérgicas pueden aumentar si se descuida la higiene del lugar frecuentado por el animal.
Asimismo, se debe tener en cuenta que las alergias (como otras enfermedades) afectan de distinto modo a cada persona: las personas inmunodeprimidas, los ancianos, los niños o las mujeres embarazadas (así como el feto) son especialmente sensibles a los agentes patógenos y a los alérgenos, por lo que en todos estos casos se deberá tener un cuidado especial a la hora de entrar en contacto con los animales.
Zoonosis
La zoonosis es una enfermedad que puede transmitirse de animales vertebrados a los seres humanos o viceversa. En general, se trata de enfermedades que existen normalmente en otros animales vertebrados, pero que también afectan a los seres humanos.
Aunque estrictamente hablando se tiende a definir como zoonosis sólo a las patologías infectocontagiosas que se transmiten desde otros vertebrados a los seres humanos, en la práctica, el concepto amplio de zoonosis es el de toda enfermedad que se transmite entre diversas especies animales, atravesando la barrera específica.
Tipos
- Priónicas: son las causadas por priones (agentes infecciosos). Suelen ser enfermedades neurodegenerativas, como es la enfermedad de las vacas locas.
- Víricas: son las causadas por virus, como la fiebre amarilla y la gripe aviar.
- Bacterianas: son las causadas por bacterias, como son la salmonelosis, la brucelosis y la enfermedad por arañazo de gato.
- Fúngicas: como la tiña y las histoplasmosis, que son causadas por hongos.
- Parasitarias: como la toxoplasmosis, la anisakiasis y la tripanosomiasis. Son causadas por parásitos.
La Organización Mundial de Sanidad Animal estima que no menos del 60% de los patógenos humanos y del 75% de las enfermedades de reciente aparición son enfermedades zoonóticas. Es bien sabido que toda una serie de enfermedades humanas son de origen animal (como la gripe común o la viruela). La tuberculosis, la brucelosis y muchas enfermedades parasitarias internas, como las causadas por la tenia, las lombrices intestinales y muchas otras, se transmiten a través del consumo de productos animales.