La selección del tratamiento dependerá del tipo de cáncer, de su extensión y de las prioridades personales del enfermo tras considerar los beneficios y los inconvenientes, su edad y su estado de salud. Las conductas agresivas, como la biopsia, pueden ocasionar metástasis y es prudente evitarlas. También hay que recordar que los tratamientos extremos deterioran la calidad de vida y pueden, además, deteriorar también la salud del paciente.
Las opciones de tratamiento para cáncer de próstata más recientes son:
- Observación: consiste en la observación del paciente sin suministrar tratamiento alguno hasta que aparezcan o se acentúen los síntomas. Está indicada en los casos incipientes, en ancianos cuyas expectativas de vida sean muy reducidas y, naturalmente, si así lo desea el enfermo.
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Cirugía:
- Prostactectomía radical: se extrae la próstata junto con los tejidos y linfáticos vecinos. Produce impotencia e incontinencias urinaria y fecal.
- Prostatectomía transuretral: se extrae parte del tejido prostático, a través de la uretra, mediante un cistoscopio. Se emplea para aliviar la obstrucción, especialmente en ancianos o personas que podrían no tolerar la operación radical o sus consecuencias.
- Radioterapia: consiste en la irradiación para matar las células cancerosas. La irradiación externa se hace mediante una máquina que irradia el cuerpo y la irradiación interna (braquiterapia) mediante alambres. La radioterapia suele producir problemas urinarios.
- Hormonoterapia: consiste en el bloqueo de la acción hormonal para impedir el crecimiento tumoral. Esta terapia suele producir oleadas de calor, alteraciones de la función sexual, pérdida del deseo sexual, impotencia y alteraciones óseas (antagonistas del factor liberador de la hormona luteinizante, estrógenos, antiandrógenos).
- Criocirugía: se destruye el tejido canceroso con temperaturas muy bajas.
- Quimioterapia: se emplean medicamentos para matar o impedir el crecimiento de las células malignas. Se administra por vía oral o inyectada (docetaxel).
- Inmunoterapia o terapia biológica: consiste en la estimulación activa o pasiva del sistema inmunológico, que es el encargado de impedir el crecimiento de las células cancerosas.
- Ultrasonido focalizado de alta intensidad: es la aplicación de ultrasonido de alta intensidad mediante una sonda intrarrectal para destruir las células cancerosas.