Tratamiento médico
Dentro del tratamiento farmacológico, el médico es el que debe aconsejar el más apropiado para cada tipo de osteoporosis, como los estimulantes de la formación ósea (flúor, hormona paratiroidea, esteroides anabolizantes, hormona del crecimiento), o los antirresortivos (estrógenos, calcitonina, bifosfonatos, calcio, vitamina D y raloxifeno).
Tratamiento quirúrgico
Si se producen fracturas vertebrales, el paciente debe ser remitido al Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, para realizarle una o más vertebroplastias.
Otros tratamientos
Prevención
Es fundamental que el paciente realice una buena prevención de la enfermedad:
- Abandonar el hábito tabáquico, si fuma.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol.
- Evitar el sedentarismo.
- Llevar una dieta rica en calcio y vitamina D.
Ejercicio
Los efectos del ejercicio sobre la calcificación ósea están perfectamente determinados en la actualidad y el deporte es el mejor aliado de los huesos. La actividad física provoca la contracción muscular que favorece el depósito de calcio en el hueso. El tipo de ejercicio eficaz para los huesos es el que se realiza en carga bajo la influencia de la fuerza de la gravedad, por ello, la natación no es eficaz para este fin y sí lo es simplemente caminar.
Los efectos de ejercicio en carga sobre el hueso son localizados y, por lo tanto, se deben trabajar todos los grupos musculares para fortalecer todos los huesos. Para que el ejercicio sea eficaz debe sobrepasar el esfuerzo que se desarrolla en las funciones de la vida diaria y, para que no se pierda este beneficio, no se debe abandonar la práctica qe se debe realizar de manera regular. La personas con pérdida de densidad de masa ósea, sin llegar a sufrir de osteoporosis, experimentan grandes mejorías con el ejercicio en la densidad de su masa ósea. La dieta y el ejercicio son los factores que influyen en la masa ósea final y en su conservación durante toda la vida.