El pie de atleta es una forma de tiña que afecta a los pies, especialmente a los dedos y las uñas. Se trata de una infección por hongos que se ve favorecida por las condiciones de calor y humedad que la sudoración proporciona, especialmente en verano. También se puede presentar en los talones y afectar a las manos. Además, la infección que causa el pie de atleta es contagiosa y se puede transmitir con facilidad al pisar descalzos el suelo de piscinas y duchas, la moqueta de la habitación del hotel, al compartir calzado o calcetines o simplemente por contacto.
El médico es el mejor consejero para resolver tu problema.
El síntoma más común del pié de atleta es la piel agrietada, con escamas que se desprenden entre los dedos de los pies o en los lados del pie. También se puede presentar enrojecimiento de la piel, sensación de ardor, con picor e incluso ampollas. El hongo también puede infectar la uña, que aparecerá decolorada, con manchas como de aceite, engrosada e incluso rota. Por último, el olor es un síntoma inequívoco de alarma: si no se ha producido ya la infección es muy probable que ésta llegue, por lo que será necesario tomar medidas de precaución.
El sudor de pies, no secarse con la toalla adecuadamente entre los dedos tras el baño o la ducha y el uso de zapatos cerrados con poca transpiración o de materiales plásticos son causas muy frecuentes de esta enfermedad, pero también es habitual contagiarse en una ducha pública, en el gimnasio, en la habitación de un hotel, o en la piscina.
Por ello, es prioritario tomar medidas para impedir el contagio y debes secarte concienzudamente entre los dedos, utilizar calcetines absorbentes de algodón y zapato aireado, utilizar "chanclas" en duchas y piscinas, y zapatillas en la habitación del hotel.
¿Cómo se diagnostica y cómo se trata?
Mantén siempre los pies limpios y secos.
El pie de atleta se reconoce fácilmente por las lesiones que origina, especialmente en la parte inferior de los dedos y entre ellos. La piel se arruga y se descama y causa picor o sensación de ardor. Aun así, si hay dudas, siempre se puede ir al médico para que éste confirme el diagnóstico.
No obstante, el tratamiento del pie de atleta es sencillo, pues se pueden adquirir en las farmacias distintos tipos de productos específicos para esta infección, sin necesidad de receta médica. Puedes pedir consejo al farmacéutico, aunque es el médico quien mejor te puede aconsejar como tratar la infección y, lo que es muy importante, como evitar que ésta reaparezca.
Cuidados en casa
Procura mantener los pies secos y limpios. Lávalos dos veces al día con jabón, sécatelos a conciencia, especialmente entre los dedos y cámbiate de calcetines -mejor que sean de algodón- cada vez que te los laves. Si te sudan mucho los pies es recomendable utilizar algún producto específico para evitarlo. En farmacias y parafarmacias hay productos específicos para evitar el sudor: hay que espolvorearlos entre los dedos de los pies y la planta de los mismos, así como en el interior del calzado. Si se corta la sudoración se evita un factor de riesgo muy importante: la humedad.
Consejos de prevención
- Mantén siempre los pies limpios y secos.Sécate bien entre los dedos de los pies después de bañarte.
- Ponte "chanclas" en la piscina o en las duchas públicas.
- Mantén los pies secos y ponte calcetines de algodón que absorban el sudor.
- Cámbiate de zapatos y de calcetines si los sientes húmedos
- Utiliza calzado aireado de materiales transpirables, como la piel, y rota los zapatos para darles la oportunidad de que se sequen.