La piel es el mayor órgano del cuerpo humano y es la barrera protectora del organismo, contribuyendo a mantener la integridad de sus estructuras, al tiempo que actúa como sistema de comunicación con el entorno. Su espesor varía desde los 0,5 mm en zonas en los párpados hasta los 4 mm en los talones.
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A simple vista, la piel parece lisa, pero en realidad presenta pliegues, surcos, y pequeños salientes:
- Pliegues y surcos: están siempre presentes en todos los individuos sobre la cara dorsal de ciertas articulaciones, incluso cuando están en extensión completa (codos, rodillas, dedos, muñecas, etc.).
- Arrugas: pueden ser provocadas ya sea por contracción muscular, debido a un movimiento, o por disposiciones estructurales de la piel.
- Poros cutáneos: son el orificio externo del canal de salida de las glándulas sudoríparas y sebáceas.
Biológicamente, se encuentran en la piel tres capas principales que, enorden de menor a mayor profundidad, son la epidermis, dermis e hipodermis. También se estudian como capas de la piel el tejido subcutáneo y la fascia profunda. Además, de la piel dependen ciertas estructuras llamadas anexos cutáneos, como son el pelo, las uñas, y las glándulas sebáceas y sudoríparas.
Partes de la piel
- Epidermis: es la capa más externa de la piel. Se sitúa encima de la dermis y está formada casi exclusivamente por células epiteliales del tipo de los queratinocitos y los melanocitos, responsables de la pigmentación a la piel.
- Dermis: es una capa profunda de tejido conjuntivo en la que abundan las fibras de colágeno y elásticas, que dan a la piel su consistencia y elasticidad. En la dermis se encuentran, entre otros, los folículos pilosos, los vasos sanguíneos y linfáticos y las glándulas sebáceas y sudoríparas.
- Tejido subcutáneo: es un estrato de la piel que está compuesto de tejido conjuntivo laxo y adiposo, lo cual le da funciones a la piel de regulación térmica y de movimiento.
- Fascia profunda: la fascia profunda es una capa de tejido conjuntivo muy densa y organizada que reviste a las estructuras internas como los músculos.
Tipos de piel
La piel se clasifica en cinco tipos diferentes, dependiendo de sus características y necesidades:
- Normal: se caracteriza por tener los poros pequeños y cerrados, lo que impide la formación de espinillas e impurezas; tampoco presenta descamación ni la consecuente sensación de tirantez. Aunque presenta un poco de grasa en la superficie, no tiene un brillo aceitoso.
- Seca: es áspera al tacto y de fácil descamación. Como su película de grasa natural es insuficiente, presenta poros casi invisibles y se irrita con facilidad. Otorga una sensación de tirantez, aspereza, y tiende a la formación de arrugas y al enrojecimiento en las partes más sensibles.
- Grasa: es gruesa y brillante, debido a la dilatación de los poros. Incluso si no se cuida bien, se pueden apreciar puntos negros, originados por la propia secreción de la grasa que se ha oxidado por el contacto con el exterior. Sin embargo, las pieles grasas no se arrugan con facilidad, debido a que son más resistentes a los agentes externos que las otras pieles.
- Mixta: en el rostro esta piel se manifiesta con una zona ligeramente grasa y brillante, compuesta por la frente, nariz y mentón; mientras que las mejillas y el contorno de los ojos tienen un poco de sequedad. Asimismo, presenta una cierta tendencia a los puntos negros.
- Sensible: se caracteriza por su alta tendencia a las alergias o irritaciones. Suele producir sensación de tirantez en el rostro si no se trata con los productos adecuados.