Piel sana - En Profundidad
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Factores del envejecimiento
Falta de agentes hidratantes: la sequedad de la piel es consecuencia de la reducción de los agentes hidratantes. De esta forma, además de bajar los niveles de reservas de agua, también se reducen otros elementos como los aminoácidos o las proteínas, que da como resultado una piel menos luminosa y más apagada.
Oxidación: este proceso tiene que ver con un proceso de debilitamiento de la pared celular, cuya causa es, principalmente, la destrucción del colágeno y la elastina por parte de los radicales libres, lo cual provoca que la epidermis pierda elasticidad y firmeza. Además, se reduce la capacidad de regeneración de la piel, y aumentan las arrugas.
El cambio de metabolismo: las alteraciones en el metabolismo provocan, además, que tanto la conformación como la composición celular sean irregulares, dando lugar, entre otras cosas, a la aparición de pequeñas manchas y cambios en la pigmentación.
El paso del tiempo: con la edad existe un mayor tiempo de renovación de la piel a causa, justamente, de la mayor lentitud para la renovación celular, un problema que se intensifica con los años. Al hacer más lenta esta renovación celular, el tejido epidérmico pasa a ser más fino y por tanto más frágil frente a las agresiones de los agentes externos.
El tabaco: es sabido que el tabaco es malo para la salud, pero también para la piel. Cuando se fuma habitualmente la circulación sanguínea es más deficiente, los vasos de la piel se estrechan por el efecto de la nicotina y la piel no se oxigena adecuadamente. Además, el tabaco destruye el colágeno, por lo que la aparición de arrugas es más acusada en las personas que fuman.
La luz solar: es una causa importante del envejecimiento de la piel. Se recomienda protegerse permaneciendo alejado del sol en los horarios cuando es más fuerte, utilizar protector solar con un factor de protección (SPF) de 15 o más, usar ropa protectora y evitar las lámparas y las camas solares.