La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la Medicina del Trabajo como "la especialidad médica que, actuando aislada o conjuntamente, estudia los medios preventivos para conseguir el más alto grado de bienestar físico, psíquico y social de los trabajadores, en relación con sus capacidades, las características y riesgos de su trabajo, el ámbito laboral y la influencia de éste en su entorno. Asímismo, promueve los medios para el diagnóstico, tratamiento, adaptación, rehabilitación y calificación de la patología originada o condicionada por el trabajo".
El campo de acción de la Medicina del Trabajo es el de la empresa, aplicado a todos los trabajadores por medio de ejercicios ocupacionales, exámenes de ingreso, exámenes de control y convenios con otras entidades externas para que lleven un control de los procesos que suponen algún tipo de riesgo para la salud de los trabajadores.
Para la Medicina del Trabajo el objeto de estudio es la enfermedad; es decir, que no es el hombre, ni siquiera el paciente enfermo, sino la enfermedad como esencia.