Atender con la mayor celeridad posible los accidentes de trabajo que sufren los trabajadores de una empresa asociada es parte del cometido de las mutuas. Gracias a los numerosos recursos de que disponen las mutuas, se evitan demoras en la realización de pruebas diagnósticas o en la aplicación de tratamientos médicos o quirúrgicos para sanar al trabajador accidentado.
Con ello se consigue que un trabajador/a sea atendido antes a través de los servicios de las mutuas y que en numerosos casos se dinamice la curación de los mismos, evitándoles días de dolencias y posibles agravamientos de su sintomatología por retrasos en el diagnóstico y aplicación del tratamiento médico adecuado.
Siempre ha de valorar si la carga que va a levantar está dentro de sus posibilidades. Si es así, debe mantener el tronco recto, evitando inclinarlo hacía delante, hacia los lados o girarlo. Es decir, al levantar una carga del suelo, es preferible hacerlo con las piernas flexionadas y el tronco recto y no con las piernas rectas y el tronco flexionado hacia delante.
El uso continuado de máquinas de vibración puede provocar diferentes lesiones a medio y largo plazo, siendo las dos más comunes la enfermedad de Raynaud, que se produce con vibraciones en el rango de 50-100Hz (los dedos se vuelven blancos debido a una reducción en el flujo sanguíneo, o las manos y los dedos, lo que causa rigidez, entumecimiento y pérdida gradual del control muscular de la mano), y la enfermedad de Dart, causada por frecuencias de vibración en torno a los 100 Hz (la sangre se "agolpa" en las manos que se vuelven azules, se hinchan y duelen).
Si su trabajo implica necesariamente la exposición a vibraciones mecánicas, la manera de minimizar riesgos de lesiones es asegurarse de que utiliza un equipo de trabajo adecuado que genere el menor nivel de vibraciones posible, utilizar un buen equipo de protección individual (mangos o cubiertas que reduzcan la exposición a vibraciones, etc.), y reducir en la medida de lo posible la duración e intensidad de la exposición (turnos, rotaciones, etc.).
Aunque las bajas laborales por estrés son muy comunes hoy en día y, en la gran mayoría de los casos, médico y afectado coinciden en encontrar el trabajo como origen de dicha situación de estrés, éste no está dentro del listado oficial de enfermedades profesionales del Ministerio de Trabajo, y por tanto a efectos legales no se reconocería como tal.
En España se conoce como enfermedad profesional aquella que, además de tener su origen laboral, está incluida en la lista oficial publicada por el Ministerio de Trabajo y da, por tanto, derecho al cobro de las indemnizaciones oportunas.