El test más habitual, y en el que se basan los criterios diagnósticos y terapéuticos, es la glucemia plasmática. Debe determinarse con, al menos, ocho horas de ayuno y por eso se hace por la mañana.
Los criterios diagnósticos de diabetes son:
- Síntomas de diabetes (poliuria, polidipsia o pérdida de peso) más una determinación casual de glucosa plasmática = 200 mg/dL.
- Un nivel de glucemia plasmática en ayunas = 126 mg/dL.
- Durante un test de tolerancia oral a la glucosa (TTOG), una glucemia a las 2 horas >200 mg/dL.
Los criterios 2 y 3 deben confirmarse en otro análisis con tres días de diferencia.
La diabetes mellitus tipo 2 es una de las enfermedades con mayor impacto social y sanitario, dada su elevada prevalencia, sus complicaciones crónicas y la alta mortalidad que conlleva. Se prevé que en el año 2025, la prevalencia de la diabetes será del 8,5% de la población general.
La diabetes se sitúa entre la cuarta y la sexta causa de muerte en los países desarrollados. La esperanza de vida del diabético está reducida en un 50% en aquellos que inician su enfermedad en la niñez; es decir, vivirán la mitad de lo que vivirían si no fueran diabéticos, y en el 30% en los que la enfermedad se inicia después de los 40 años.
El 70% de los diabéticos fallece a consecuencia de una enfermedad cardiovascular (el riesgo se multiplica por dos en los hombres y por cuatro en las mujeres respecto a los no diabéticos); pero también se debe a que, con frecuencia, se asocia la diabetes a otras enfermedades con riesgo cardiovascular como la hipertensión, la dislipemia o la obesidad.
Así, un diabético tiene entre dos y cinco veces más de probabilidades de morirse de un infarto de miocardio que el no diabético, especialmente si es <40 años y mujer. El desarrollo de una enfermedad cardiovascular también puede preceder a la aparición de la diabetes.
La diabetes es la causa de ceguera más frecuente entre los 30-70 años, es la complicación más temida y, sin embargo, la más fácil de prevenir. También conduce a la cardiopatía isquémica, el accidente cerebrovascular, la nefropatía que puede llegar a precisar diálisis, la arteriopatía periférica con claudicación intermitente, la neuropatía, las úlceras en los miembros inferiores, etc.