Las compresiones y dilataciones periódicas de una determinada materia, ya sea sólida, líquida o gaseosa, y a un determinado ritmo producen estas vibraciones que se pueden transformar de sonido a calor y que se puede utilizar con fines médicos y cosméticos.
El efecto térmico de los ultrasonidos sobre el organismo es antiinflamatorio, por lo que tiene muchas aplicaciones en Medicina. También son destacables el efecto analgésico y antifibrina.
Los ultrasonidos son vibraciones producidas por una materia que originan ondas acústicas con una frecuencia que se encuentra por encima del espectro audible del oído humano (aproximadamente 20.000 hertzios). Las compresiones y dilataciones periódicas de una determinada materia (sólida, líquida o gaseosa) y a un determinado ritmo producen estas vibraciones que se pueden transformar de sonido a calor. Estos ultrasonidos también poseen un efecto agitador sobre el organismo.
Además del efecto térmico antiinflamatorio que los ultrasonidos ejercen sobre el organismo, se pueden incluir otros efectos beneficiosos como:
- Analgesia a intensidad baja por la agitación que ocasionan.
- Aumento del metabolismo celular.
- Efecto vasodilatador por la acción del calor.
- Despolimerización o fragmentación de las moléculas grandes, de modo que disminuye la viscosidad del medio, lo cual se aprovecha en el tratamiento de la celulitis.
- Acción antifibrina, la cual puede proliferar en las cicatrices queloides y en la celulitis.
- Aumento de la circulación sanguínea al favorecer la síntesis y liberación en los tejidos de sustancias vasodilatadoras.
Los efectos estéticos de los ultrasonidos incluyen:
- Tonificación de la piel.
- Mejora de las lesiones de acné por su efecto antiinflamatorio.
- Mejora de las cicatrices queloides por su efecto antifibrina.
- Tratamiento de la celulitis.
- Resolución de edemas y trastornos circulatorios localizados.
- Varices.
- Problemas de la mama posimplante por fibrosis de la cápsula.
- Lipoescultura.