La presoterapia se inventó en la década de los 60 para paliar el edema de los brazos de las mujeres operadas de cáncer de mama. En estas mujeres la mastectomía incluía la retirada de los ganglios linfáticos de la axila, lo que producía dicho edema de brazo.
La presoterapia se indica para el tratamiento de los edemas, de la mala circulación y para reducir la celulitis, y se administra mediante unas botas y manguitos especiales para las extremidades diseñados para este fin.
La presoterapia es un tratamiento médico que utiliza la presión de aire para realizar un drenaje linfático del cuerpo. Se utilizan botas y manguitos para envolver la zona que se desea tratar y se insufla aire con presión positiva alternante de forma que se crean ondas de presión. Estas ondas realizan un masaje sobre la zona que activa la circulación, produciendo un masaje linfático que contribuye a eliminar líquidos y toxinas. La presión ejercida empuja el exceso de líquido linfático de retorno hacia la axila o la ingle, donde se encuentran los vasos linfáticos que llevan la linfa a la circulación de retorno.
Esta técnica de presión se utiliza para tratar la retención de líquidos, la celulitis y las piernas varicosas, que son un reflejo del problema médico de una mala circulación. Al mejorar la circulación de la linfa, se mejora el problema estético.