Aunque el embarazo afecta a cada mujer de una manera diferente, durante este periodo aparecen ciertas alteraciones que, en algunas ocasiones, interfieren sensiblemente en el bienestar de la mujer.
Náuseas y fatiga
Las náuseas aparecen, generalmente, durante el primer trimestre y suponen un verdadero calvario para la mujer que las sufre. Suelen aparecer por la mañana, algo después de levantarse y a última hora del día, justo antes de irse a dormir.
Por el contrario, la fatiga suele acompañar a la embarazada prácticamente a todas horas. Además, probablemente siga trabajando y puede ocurrir que, de repente, se encuentre dormida delante del ordenador. No se preocupe, es bastante habitual.
Dificultad de concentración
Sobre todo durante el primer trimestre, las embarazadas se sienten cansadas y mentalmente confusas. No solamente tienen que hacer frente a todos los cambios hormonales que supone el embarazo, sino que además sienten una preocupación constante por su bebé. Esto hace que su capacidad de concentración sufra una merma importante. Puede que se olvide de ciertos detalles sin que nunca antes le hubiese pasado. Para combatir los olvidos, suele ser útil hacerse con una agenda e ir apuntando las citas y actividades.
La preparación del nido
Es frecuente, sobre todo al final del embarazo, que experimenten una cierta necesidad de preparar el hogar para la llegada del bebé. Le entrarán ganas de limpiar, de organizar armarios, de decorar la casa… Pero, cuidado, el embarazo está en la fase final y no es el momento de subirse a las escaleras, coger objetos pesados o fatigarse en exceso.
Pechos hinchados
Uno de los primeros síntomas del embarazo es el aumento del pecho, generalmente, se hincha y aumenta de tamaño durante el primer trimestre del embarazo debido al incremento en el nivel de hormonas. Pero no solamente aumenta el pecho, sino que también se ensancha el tórax. Esto va a hacer que necesite una o varias tallas más de sujetador. De hecho puede que tenga que reemplazar el sujetador varias veces durante el curso del embarazo.
Cambios de humor
Su cuerpo está experimentando toda una revolución hormonal. Los niveles de hormonas no dejan de fluctuar, está más sensible de lo habitual y puede que tenga continuos cambios de humor. No se extrañe si en un momento se siente la mujer más afortunada del mundo y al momento siguiente no puede parar de llorar. Los cambios de humor son muy comunes durante el embarazo, aunque tienden a aparecer al principio y al final del mismo.
Los cambios de humor son normales; ahora bien, si aparecen problemas del sueño, cambios en los hábitos alimenticios (pérdida completa del apetito o no poder parar de comer) y cambios de humor exagerados durante más de dos semanas, debe hablar con su médico.
Resplandor de la piel
Muchas embarazadas se lo confirmarán. Durante el embarazo, la piel se vuelve más tersa, está más hidratada y más nutrida. De hecho, probablemente familiares y amigos dirán que está especialmente guapa, resplandeciente. Esto se debe al incremento del volumen de la sangre para satisfacer las necesidades metabólicas del bebé, lo que provoca un aumento de las secreciones de grasa por las glándulas sebáceas, y de ahí esa sensación de mayor hidratación y nutrición. Pero, también durante el embarazo y debido precisamente a este aumento de la producción de grasa por parte de las glándulas sebáceas, puede aparecer acné.
Muchas mujeres también experimentan sofocos y un aumento del sudor. También aparecen picores, principalmente en el abdomen, donde la piel no cesa de estirarse. Puede ser conveniente utilizar cremas especiales que no sólo mitigarán el picor, sino que, además, hidratarán convenientemente la piel del abdomen para evitar las antiestéticas estrías que pueden aparecer después del parto.
La máscara de la embarazada
Puede que aparezcan en el rostro manchas de color marrón o amarillento llamadas cloasmas o "la máscara de la embarazada". Estas manchas no pueden eliminarse pero sí prevenirse evitando la exposición excesiva al sol y utilizando fotoprotectores solares. Otros efectos de la hiperpigmentación son la "línea negra", que es una línea oscura que aparece al final del embarazo justamente en el medio de la parte inferior del abdomen, así como el oscurecimiento de pezones, genitales externos y de la región anal. También aumentan de tamaño los lunares y las pecas.
El cabello y las uñas
Probablemente notará que su cabello crece más rápido y se cae menos o que está más graso, más seco o más rizado… todo es posible, incluso algunas mujeres experimentan crecimiento de vello en lugares del cuerpo donde no debe haberlo, como en el rostro, en el abdomen o alrededor de los pezones.
En cuanto a las uñas, tienden a debilitarse y romperse. Es aconsejable llevarlas cortas y evitar esmaltes y el uso de acetona.
Tobillos hinchados
Muchas mujeres experimentan durante el embarazo gran retención de líquidos. Esto motiva que se hinchen los tobillos, especialmente durante el último trimestre. Si ya desde hace tiempo no le valía la ropa, desde ahora no le servirán tampoco los zapatos y tendrá que empezar a utilizar una o dos tallas más.
Varices, hemorroides y estreñimiento
Pueden aparecer varices debido al incremento del flujo sanguíneo y de las venas durante el embarazo. Estas suelen desaparecer después del embarazo, pero se pueden reducir evitando estar de pie o sentada durante largos periodos de tiempo, manteniendo los pies en alto siempre que se pueda, vistiendo ropa suelta y utilizando medias especiales.
Las hemorroides también son frecuentes durante el embarazo. Pueden ser extremamente dolorosas y puede que sangren, piquen o pinchen. Unidas al estreñimiento, otro infortunio del embarazo, las hemorroides pueden ocasionar que ir al baño sea algo francamente desagradable.
La aparición de hemorroides y el estreñimiento están estrechamente relacionados y lo mejor es prevenirlos con una dieta rica en fibra, beber abundantes líquidos y hacer ejercicio suave de forma regular. Consulte con su médico o farmacéutico sobre cómo evitar el estreñimiento y las hemorroides. Como verá, son muchas las sorpresas del embarazo pero no desespere. Y es que de todo esto se olvidará cuando abrace a su bebé.