La Organización Mundial de la Salud recomienda que todas las mujeres se sometan a revisiones ginecológicas con una periodicidad de entre uno y dos años, a partir del momento en que hayan a mantener relaciones sexuales, o incluso antes si presentan algún tipo de problema relacionado con el aparato genital o las mamas.
La revisión ginecológica ha constituido el "gran éxito" de la Medicina Preventiva, ya que se realiza a pacientes aparentemente sanas con la intención de diagnosticar precozmente la presencia de enfermedades que pueden pasar inadvertidas en sus primeros estadios. Por ello, a lo largo de su vida, las mujeresdeben someterse a revisiones periódicas para garantizar un diagnóstico precoz de cualquier dolencia. En este sentido, es destacable el éxito alcanzado por la implantación de las revisiones periódicas en la prevención del cáncer de cuello de útero y mama.
En la consulta, el ginecólogo realizará una historia clínica de la paciente que recogerá diversos datos y llevará a cabo una exploración genital, tomando una muestra de exudado de la zona cervicovaginal para su análisis citológico con el fin de descartar la presencia de células malignas. También pueden tomarse muestras de flujo para realizar cultivos de microorganismos con el objeto de detectar infecciones vaginales. Posteriormente, el ginecólogo explorará las mamas. En función de los casos, también se procederá a solicitar otro tipo de pruebas o de estudios complementarios (ecografía abdominal o transvaginal, mamografías, estudios hormonales, densitometrías óseas...).
La revisión ginecológica también puede ser una oportunidad para consultar con el especialista la necesidad de utilizar un método anticonceptivo y, en función de las necesidades de la paciente, elegir el más idóneo en cada caso.
Pero, en lo que respecta a las mujeres menopáusicas, estas revisiones permitirán abordar el tratamiento de los síntomas propios del climaterio y determinar el tipo de tratamiento a seguir cuando llegue la menopausia, asi como realizar el seguimiento correspondiente. Además, no hay que olvidar que el mejor tratamiento para el cáncer ginecológico o de mama se basa en un diagnóstico precoz y las visitas periódicas al ginecólogo son la piedra angular de la prevención.