La llamada crisis de los pepinos, originada en Hamburgo, ya ha causado cuantiosas pérdidas al "campo"·español y ha dejado en entredicho la gestión de las autoridades alemanas. Una declaración poco afortunada de la Sra. Cornelia Prüfer-Storcksde, Consejera de Sanidad de Hamburgo, ha paralizado las exportaciones de hortalizas españolas a los países europeos. La Consejera culpó a los pepinos españoles de portar la infección por E. coli, que ya ha matado a 24 personas e infectado a más de 2.000.
Sin embargo, los análisis realizados demuestran que las hortalizas españolas gozan de la mayor garantía sanitaria y las investigaciones emprendidas no han logrado detectar el origen de esta infección. No obstante, los datos apuntan a que la epidemia se ha desarrollado exclusivamente en Alemania, ya que todos los pacientes afectados viven en este país o han viajado a él recientemente.
¿Pero qué tiene de especial esta bacteria? E. coli habita de forma natural en el aparato digestivo de animales y humanos pero, en ocasiones concretas, aparecen cepas especialmente dañinas que pueden provocar enfermedades graves. Este es el caso de la cepa enterohemorrágica (EHEC) del serotipo O104:H4, que produce diarreas sanguinolentas, y de la cepa E. coli O157:H7 que produce un cuadro muy grave con insuficiencia renal (síndrome urémico-hemolítico), con varios brotes epidémicos documentados en 1992 y 1993, que estuvieron relacionados con carne para hamburguesas mal cocida y contaminada con E. coli.
Sin embargo, la cepa de E. coli encontrada en Alemania es una nueva variante desconocida de la bacteria, que es altamente infecciosa y tóxica y muy resistente a varios tipos de antibióticos, la cual se comporta como la variedad enterohemorrágica (EHEC) del serotipo O104:H4, pero una parte de su genoma deriva de una cepa enteroagregativa de E. coli (EAEC), que suele producir diarreas persistentes pero menos graves. Por lo tanto, la nueva variedad sería una recombinación de otras ya existentes.
Sería necesario concienciar a la población de la importancia de extremar siempre las medidas básicas de higiene de "toda la vida", como lavarse bien las manos antes de comer o de manipular alimentos, costumbre muy olvidada, y lavar las frutas y las verduras concienzudamente, y en situaciones de riesgo, con agua y unas gotas de lejía o con productos específicos para ello. En este sentido, preguntado el profesor Santiago Grisolía sobre esta epidemia, nos aconseja no comer carne ni pescado crudos, así como cuidar más la higiene en general y lavarse las manos frecuentemente.
