Una alimentación saludable se traduce en una dieta equilibrada. Una dieta equilibrada es aquella que nos permite mantener un buen estado de salud y nuestra capacidad de trabajo a través de la aportación de la energía, vitaminas y minerales en las cantidades necesarias y suficientes.
Una nutrición adecuada es la que cubre:
- Los requerimientos de energía a través de la metabolización de los nutrientes, como los carbohidratos, las proteínas y las grasas.
- Las necesidades de micronutrientes no energéticos, como las vitaminas y minerales.
- La correcta hidratación basada especialmente en el consumo de agua.
- La ingesta suficiente de fibra dietética.
No existe ningún alimento que contenga todos los nutrientes esenciales. Por ello, se recomienda consumir de manera variada alimentos de los clasificados en siete grupos:
- Grupo 1: leche y derivados (2-3 raciones día).
- Grupo 2: carne, huevos y pescado (2-3 raciones día).
- Grupo 3: patatas, legumbres y frutos secos (2-3 raciones día).
- Grupo 4: verduras y hortalizas (2-4 raciones día).
- Grupo 5: frutas (2-3 raciones día).
- Grupo 6: pan, pasta, cereales, azúcar y dulces (2-3 raciones día).
- Grupo 7: grasas, aceite y mantequilla (40-60 gramos de grasa).
No basta con tomar diariamente raciones del mismo alimento de cada grupo (por ejemplo, siempre huevos dentro del grupo 2), sino que hay que variarlos. La llamada pirámide de la alimentación es la representación gráfica de las raciones recomendadas diariamente de cada grupo de alimentos. Es una excelente guía de los alimentos que debemos consumir para tener una alimentación saludable.